Villa Juárez, Nayarit 4

El Profe Pino: Manuel Cibrián

Manuel Cibrián alias "el pino", mejor conocido como El Pino alias "manuel cibrián", es hijo de aquel histórico Jefe de las Defensas Rurales, "Chón Cibrián", que fue encargado de defender con los mauser en las manos y la canana cruzada al pecho, las tierras repartidas entre los agraristas de otros fundos que carecían de parcela y quienes, se avecindaron entre calles retorcidas, las cuales dieron origen al poblado de El Pozole, que así se llamó, hasta que se lo cambiaron por otro más bonito: La Trozada.

A Manuel lo visito esporádicamente desde siempre, ahora más que antes. Con el evoco reminiscencias de lo mejor de mi pasado como maestro, de los buenos y los no tan buenos alumnos, de los papás y de las mamás, de los amigos y de las amigas, de la primaria "Manuel Gual Vidal" y de la secundaria "Ellas Reyes", de lo que se hace y se deja de hacer en Villa Juárez Nayarit y le "comento" su arte, porque no admite que lo critiquen "los ignorantes" de lo que él hace a diario en todas las semanas y los años.

El menor de la dinastía Cibrián, se dedicó a la docencia, muy a pesar de la incomprensión paterna que deseaba dedicarlo a las actividades del campo. Colaboró durante algunos años en la benemérita escuela primaria "Manuel Gual Vidal", como profesor comunal de los alumnos excluidos de grupos numerosos que algunas profesoras no querían por inaguantables o por tardos en el aprendizaje. Los escolares retrazados no lo abatían, por lo contrario, con los mejores recursos didácticos que les aprendió a sus profesores y con su superior habilidad para el dibujo y el modelado, él un profesor que fue aprovechado, porque otros evadían a los alumnos de actitudes especiales, demostraba con más entusiasmo que experiencia didáctica, que "a raja tabla", se podrían obtener tan buenos aprovechamientos como los docentes que contaban con plaza federal de profesores de grupo de primaria y eran egresados de una escuela formadora de docentes. Algún tiempo después, El Pino con "mayúsculas se excluyó del magisterio, no fue por falta de amor a la carrera, sino porque, la vocación por el arte fue superior.

De El Profe Pino, intenté alguna opinión de quienes fueron sus profesoras de parvulito y como si le hubiera motivado con "toques eléctricos", recordó visceralmente a una profesora que fue muy apreciada por sus compañeros de docencia, pero que para Manuel, le traía amargos recuerdos por las azotinas con las que recompensaba sus vagancias, como el día, que le ofreció un chocolate que había modelado con arcilla, tan bien hecho, que la golosa "roba chicos" intentó comerlo y al enterarse de la broma, las nalgas se las dejó como albóndigas. Como estaría el castigo que jamás la perdonó.

Actualmente El Pino, se ocupa y vive precariamente de practicar "su arte", que no es artesanía, sino un arte, muchas veces menospreciado, porque no tiene las dimensiones de "El David" de Miguel Ángel, pero válgase la blasfemia, sus artísticas miniaturas si se le comparan y sobre todo, válgase ahora una alabanza que no se puede debatir, porque El Pino de Villa Juárez Nayarit, pone el alma en sus esculturas y tallados en madera, los cuales, "son vividos", como dicen las gentes de su pueblo.

Su arte que es producto del ocio infantil, lo practicaba al salir al campo para evadir las tareas campiranas que le encomendaba Don Chón. Si Miguel Angel usaba el mármol, El Pino usa las cortezas gruesas y grotescas de un árbol que se conoce como hobo o jobo, anacardiácea que da un fruto amarillo parecido a la ciruela. De esas cortezas y una navajilla encontrada en algún puesto de baratijas, Pino, esculpe con un estilo personalista, los seres más variados, en los que destaca la aplicación del color combinado con la veta original de la preciosa madera.

Manuel, fue alumno de la Primera Generación de la escuela secundaria "Elías Reyes", antecedente de las que ahora existen en el lugar en el nivel medio y superior. De este crisol de grandes profesionistas y ciudadanos, tiene magnos recuerdos y muchas emociones, las cuales evoca, con la emoción que solo dejan los sentimientos más sublimes, para El Pino, mencionar a sus compañeros y sus maestros, no es "esperanza fallida, sino más bien, bendición de vida". Pino y por idea de Arnulfo "El Penano", se reune con sus compañeros de generación cada año, para recordar y festejar que una escuelita por cooperación, con casi nada de lo que cuentan las escuelas actuales que paga el gobierno y que "han recibido todo en charola de plata", se puede hacer muchísimo más que éstas, cuando se pone "el alma emulando al Pino" en sus esculturas. De seguro junto con El Indio , Silverio Pineda y los que nos antecedan "reandaremos lo andado".