martes, 3 de junio de 2008

SALVADOR LANGARICA CABRERA

Compañero, Amigo y Maestro.
1924-1989

Nació en Amatlán de Cañas Nayarit, el 18 de Noviembre de 1924 y murió en la Ciudad de Tepic a la edad de 65 años. Sus padres fueron los señores Salvador Langarica Villarreal y Antonia Cabrera Ocampo. Su familia provenía del estado de Jalisco y su abuelo materno fue Don Epigmenio Cabrera, prominente minero-hacendado de Guachinango, Jalisco. Comentaba de su infancia y adolescencia, gratos recuerdos vividos en los pueblos mágicos de la hermosa y abrupta región del Rio Ameca, como: Amatlán de Cañas, La Estancia de los López., Barranca del Oro, del estado de Nayarit y Guachinango, Zacatongo y Atenguillo, del estado de Jalisco.
Obtuvo el certificado de educación primaria en junio de 1942 y fue alumno del Seminario Diocesano de Tepic de donde fue enviado al Seminario Pontificio de Montezuma, Nuevo México, USA, estudios que no concluyó, porque, sus inquietudes de conciencia fueron más fuertes que su vocación clerical.

Se inició como improvisado Profesor Rural Federal, como se hacía en esos tiempos, con tan solo estudios de primaria y sin más preparación pedagógica que la adquirida a través de la emulación del que y como lo hacían sus mentores de educación primaria y con el tiempo, desarrolló el cuanto y por que, en los Centros de Cooperación Pedagógica, que los mentores organizaban para intercambiar sus experiencias y superarse. Fue un sobresaliente maestro-alumno del H. Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, donde cursó sus estudios secundarios y logró el Titulo de Profesor de Educación Primaria por Unanimidad y Mención Honorífica. Fue integrante de la primera generación de Profesores Técnicos en la Enseñanza de la Escuela Normal Superior de Nayarit, y fue el primer Presidente de la Sociedad de Alumnos de la ENSN. Se tituló aprobado por unanimidad y con Mención Honorífica. Como autodidácta desarrolló un vasto conocimiento en las Ciencias de la Educación, el cual socializó en infinidad de Foros de Actualización y Superación Profesional de sus compañeros maestros.

En 1944, se le otorgó nombramiento de Mtro. "C" de Primaria Rural
adscrito a la escuela primaria rural de Mojarritas, municipio de Santiago Ixcuintla. En esta región trabajó en las comunidades de El Pozole y El Botadero, pero su actividad se dejó sentir en todo el municipio, fundando once escuelas primarias y coparticipando en la creación de tres escuelas secundarias por cooperación. Fue miembro del Ensayo Piloto promovido por la UNESCO. De 1964 hasta su fallecimiento en 1989, fue Inspector Escolar en la Décima Zona Escolar, nombramiento alternado con el de Jefe de Sector de Zonas Escolares.

En la Escuela Normal Superior de Nayarit, desde su fundación, fue un brillante alumno, Primer Presidente de la Sociedad de Alumnos, reconocido maestro, destacado coordinador de la especialidad de Pedagogía, Subdirector Administrativo, además de 1981 a 1987, fue Director Emérito de la ENSN, por reconocimiento de facto de la comunidad normalista.

Forma parte del grupo más selecto de pedagogos del Estado de Nayarit. Destacó como líder sindical que se ganó el cariño y el reconocimiento de sus compañeros maestros por su gran espíritu de servicio. Como catedrático dejó constancia de su gran preparación pedagógica y cultural. Sobresalió como gran organizador de la función administrativa. En la ENSN, se distinguió como genuino maestro de maestros y como imbatible defensor de su institucionalidad.

Luchó contra el cacicazgo político impuesto por Gilberto Flores Muñoz. Participó en acciones sindicales que dieron origen al SNTE. Destacó como miembro de Acción Revolucionaria Sindical del SNTE. Organizó la defensa de la ENSN en contra del intervencionismo de funcionarios del Gobierno del Estado.

Lo conocí como dirigente sindical magisterial, como tal, ocupó todas las secretarías con excepción de la Secretaría General. Fue mi influencia de ingreso al magisterio federal y seguí recurriendo a él, como apoyo profesional, como amigo, como maestro y compañero de influencia moral. Mi relación directa con él Profesor Chava se extendió, desde que el 01-04-1961 me dieron mi nombramiento como Profesor Rural, hasta que falleció en 1989.


Se le quería tanto y por tantos, que cariñosamente todos le llamaban “chavita”. Hasta reandar lo andado, Maestro.

LA PRESA, NAYARIT


Enrique Avalos Hernández.


Segundo Semestre de 1968-1969. Lo que me había llevado a la “Airosa del Sur” había concluido, por lo tanto, tenía que regresar a la décima zona escolar con cabecera en Santiago Ixcuintla. El Profesor Salvador Langarica Cabrera quien había sustituido al Profesor Cobos en la Inspección Escolar, me dio todas las facilidades y me adscribió en la Escuela Primaria Federal “Presidente Cárdenas” de la comunidad de la Presa, municipio de Santiago Ixcuintla. Enrique Avalos Hernández era el Director, había sido mi condiscípulo en la primaria y la secundaria y con el resto de las amigas del personal, se encargó de que mi reincorporación fuera feliz y de enseñarme los secretos legales e ilegales de las peleas de gallos, a los que mi tocayo era muy aficionado.

La Presa, era una comunidad conurbana de la cabecera municipal, lo que me daba la oportunidad de recrearme entre los emblemas santiaguenses de origen que son parte de mi esencia, tales como: El Cerro de La Cruz, el Río de Santiago, el Templo de La Ascensión, la Feria de Primavera, mis escuelas la EMO y la Secundaria No. 1, los amigos que están y los que se han ido, así como, los barrios de mi reandar posmorten. En cualquier esquina o recoveco, de La Presa o de Santiago, borbotean recuerdos con proyección etérea de infancia y adolescencia.

El segundo semestre, siempre se siente más rápido que el primero, creo, que es porque el primero transcurre entre meses de pocas suspensiones, que estamos más cerca del principio que del final y le precede un periodo vacacional de dos semanas, mientras que el segundo semestre, transcurre entre meses con más festividades, que se sienten los aires de vacaciones y le precede un receso escolar de seis semanas, esta sensación todavía es mas notable en una región tan rica como la de Santiago Ixcuintla, donde se tiene que ser partícipe de las fiestas religiosas, de fundaciones de ejido y las de Primavera, del Elote, del Tabaco y otras, que se organizan por todas las comunidades, para que se compartan entre todos, los beneficios económicos que los campesinos “cultivan y cosechan”.


El segundo semestre paso raudo y veloz, entre compañeros nobles y sinceros, lo ideal hubiera sido prolongar mi permanencia entre ellos, pero ya me gusta la “mala vida” en sentido figurado y era necesario regresar a donde se aletarga el río Grande o de Santiago y así sucedió, como me cantara a mi retorno la magnífica Profesora Laura Vega Bernal: “ya vine de donde andaba, se me concedió volver, a mi se me "afiguraba", que no lo volvería a ver”.

IXTLAN DE LOS VIENTOS.



Halcón Desafiante de Tornados.

Al mediodía 7 de marzo/2000, estuve a despedir los restos mortales del compañero y amigo Alejandro Castillón Valencia, también conocido, en alusión a sus verdes ojos como “El Gato Castillón”.

Mermado de sus facultades físicas y bajo la protección de su familia, vivía retirado del servicio educativo. De corte guevariano, solo un imponderable como la muerte podía doblegarlo.

Egresado de la Escuela Normal Urbana, donde fue un destacado líder estudiantil, se dedicó al desempeño de su magisterio, como un ameritado docente desde el banquillo de la escuela primaria, hasta ocupar, la cátedra en las instituciones formadoras de docentes. Dejó constancia de su pedagogía en la Escuela Normal Superior de Nayarit. Como educador fue relevante en el análisis, la crítica y la pedagogía de vanguardia. En sus últimos años activos, fue Director del CBTI de Ixtlán del Río y de las Escuelas Normales Experimentales de Atequiza y de Ciudad Guzmán.

En la confrontación política y el debate ideológico, como líder sindical, su discurso fue temido, inflexible y contundente. Por su participación en múltiples controversias, en la ENSN se le calificó como “Ave de Tempestades”, como ex Director de la ENSN, en honor a la verdad y en gratitud por su colaboración, diría que mas bien fue un “Halcón Desafiante de Tornados”.

Como luchador sindical jamás pidió cuartel ni nadie pudo darse el lujo de humillarlo. Siempre fue un digno oponente del cacicazgo de la Sección 20 del SNTE, a quien desafió con desdén, tan solo por tal osadía, se le debió permitir regresar a morir a su trinchera de origen, pero, “el látigo del cacicazgo trazó en el aire su rúbrica”.Alejandro supo hacer amigos, los que así nos consideramos, supimos de su generosidad y nobleza. Algunos conservamos su amistad, cómo y cuánto, hasta que él quiso. De los que no la conservaron, siempre comprendió sus razones para ello. Al final todos lamentamos su pérdida.

Alejandro: “Hasta reandar lo andado”.

Maestro. Enrique Figueroa Romero. Director de la Unidad 181 UPN

IXTLAN DEL RIO, NAYARIT.


Primaria Federal "Narciso Mendoza"


Primer semestre de 1968-1969. Las circunstancias políticas, que a la postre culminarían con el desenlace del liderazgo del Profesor Federico González Gallo en la Sección 20 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, hicieron que junto con el “Gato” Alejandro Castillón Valencia fuera adscrito a la Escuela Primaria Federal “Narciso Mendoza” de Ixtlán del Río, ciudad conservadora y costumbrista en los límites de Nayarit y Jalisco, la cual, hasta la fecha mantiene para quienes gustan de la gastronomía tradicional, la Birria de chivo, los antojitos mexicanos a la plaza, los taquitos sudados, la nieve de garrafa y los dulces regionales de “Don Daniel”.

Mi estancia fue breve, tan solo un emotivo semestre que fue completo en lo profesional y en lo personal, con un gran amigo como Alejandro, y las relaciones afectivas con los compañeros Lupe López, Irma, Betty Socorro Primitiva y otros que se fugan de mis recuerdos. Mención especial me merece la Profesora Maura Mendoza, fina Directora, que con su bondad, amabilidad y comprensión estimulaba toda la capacidad docente y social de su escuela, además, alentaba el fortalecimiento de las relaciones humanas entre su personal. La Profesora Maura, no obstante su menudita imagen y su moderada presencia, cubría con una amplitud inusual para el medio, todo el espacio de su ámbito escolar.

La “Narciso Mendoza” era el plantel de la ciudad de más reciente fundación, como sucede en estos casos, su demanda era muy limitada por su ignota presencia y porque, los padres de familia llevan a sus hijos a las escuelas de costumbre. La escuela de la Profesora Maura, marchaba a contrapelo, la opinión del pueblo no le era favorable, de ahí, el extra que había que realizar para levantar sus bonos, ese semestre, como no había sucedido desde su fundación, se hicieron actividades escolares y de difusión, deportivas con el alumnado y los jóvenes de la ciudad y eventos sociales. En ese semestre, se sintió la presencia de la escuela de reciente creación como una “escuela de calidad” y la figura pequeñita de la Directora Maura sostenida por su personal, se alzó por encima de sus homólogas de las escuelas de mayor tradición y antigüedad.

Por más de cuarenta años, Ixtlán del Río es motivo personal de evocación sentimental, de paso a Guadalajara, de visita cuando el gusto me lleva a la birria de chivo o a la nieve de garrafa y de reflexión “año con año” cuando me refugio en la apacibilidad del airoso “Cerro de Cristo Rey”.

AMAPA, NAYARIT.


Maestro Mario Aguilera Dorantes.


1966-1968. En el cometido de la función magisterial se presentan circunstancias determinadas por el ambiente en que se ha de desempeñar la docencia o la administración, este ejercicio educativo asume diversas maneras de aceptación o de recusación entre los actores que en él intervienen, por ello, un directivo puede ser un triunfador o un derrotado en una institución educativa, de acuerdo a como lo juzguen padres de familia, alumnado, compañeros docentes y autoridades. En la etapa que evoco, el éxito trascendente venía acompañado del aplauso de todos y el fracaso se derivaba de la protesta de padres de familia respaldados por parte del personal que no armonizaban con el desafortunado director. Por lo anterior, hay padres de familia buenos o malos, escuelas benignas o infames, comunidades que gratifican o que castigan, por lo que puede decirse, que como se den los logros un directivo puede ser Napoleón o Wellintong. Con condiciones sociales mejores que en las comunidades donde había trabajado y una organización en la que el educador dependía totalmente de la influencia de los padres de familia, la comunidad de Amapa fue mí Waterloo como para el Emperador Francés y no quise obcecarme en “sacarme la espina” un periodo escolar posterior, porque reconociendo fallas en mi desempeño, opté por darle la oportunidad a mi compadre Rodrigo que entrara a mi rescate como director y yo aboné mis méritos como docente. Como profesor todas las opiniones me favorecen en todos los niveles de la enseñanza, pero como directivo, Amapa fue la experiencia que me habilitó para que nunca jamás (38 años) como Directivo viviera la amargura de la Batalla de Waterloo y vaya que tuve mis oportunidades, en primarias de nuevo Villa Juárez, en secundarias, Tecuala, Santiago Ixcuintla y Ciudad del Valle, en instituciones formadoras de docentes, la Escuela Normal Superior de Nayarit y la Unidad 181 de la Universidad Pedagógica Nacional y en labores de supervisión, la Jefatura de Enseñanza y la Inspección Escolar de Escuelas Secundarias.

Justicia a secas, recordar a Francisco Escobedo, campesino de Amapa y conocido en toda la región costeña, por ser de las personas que se les conocía por “ricos”, por trabajar sesenta hectáreas o más, tener dos tractores, camioneta propia, camión y algunas vaquitas para la leche de la familia y los quesos de los profesores. Su respeto se incrementaba por ser el juez auxiliar del pueblo y portar siempre una super 38 con cachas niqueladas, así mismo, fomentaba su popularidad el gusto de “jalar la tambora” cuando cosechaba, su esplendidez al compartir con los amigos y el procrear 15 hijos. Los profesores sabíamos aprovechar la generosidad de “Pancho Escobedo”, no había problema que no nos resolviera, pero decía “profes cabrones, pero primero búsquenle y si no encuentran, ya saben, yo los desatoro” y disponíamos de los bienes como propios. Los profesores le teníamos un gran cariño por la protección y otras atenciones que nos proporcionaba, con curiosidad en cierta ocasión le pregunté el porqué era “tan blandito” tratándose de la escuela, y me contestó con mucha firmeza: “se te hacen pocos 15 hijos que me educan y así, garantizo buen trato y que me cumplan”. Como él, en Amapa y en todas las comunidades había los mecenas ejidales de la educación, por eso, cuando alguno de sus hijos o nietos se nos acercaban a solicitar un servicio personal, anteponían como un “ábrete sésamo”: ¡me manda Pancho Escobedo!.

Amapa era una comunidad de privilegio, no solamente por su cercanía con la cabecera municipal, sino porque, en su escuela primaria “José María Morelos Y Pavón”, se ubicaban los profesores más ameritados de la Histórica 10ª. Zona Escolar, era un personal selecto por su cumplimiento y eficiencia, la exigencia comunal sobre las autoridades educativas era determinante para que así fuera. Influenciados por el Ensayo Piloto, la comunidad, los padres de familia y las autoridades, se encargaban de cumplir con las exigencias que el servicio educativo requería y que a ellos les correspondía. Los vecinos otorgaban muchos afectos a los profesores y profesoras, estos correspondían con entrega total para que aquellos se sintieran satisfechos. Muchos buenos y muy buenos educandos pasaron por sus aulas, entre otros: Eloy Ocegueda y su esposa Esperanza Robles, Enrique Félix y Luisa su Esposa, Pablo Santillán, Amado Castillón, Everardo García, los hermanos Francisco y Sabel Carrillo, Alicia Luján, Epifanía Inda, y con mis compadres Rodrigo y Susana se rompe el encanto, posteriormente ya no fueron tan selectivos.

Amapa fue una de las comunidades beneficiadas por la actividad bienhechora que desplegó en el Municipio de Santiago Ixcuintla, el Ensayo Piloto de Educación Básica de la SEP (1948-1958), este proyecto histórico de la Educación Rural en México, se llevó a cabo con sostenimiento mixto y dentro del marco de los ideales universales de paz, democracia y justicia social que propugna la UNESCO. Hasta la fecha es del dominio popular, los beneficios que recibió la comunidad en lo social, lo educativo, lo político y lo productivo y sobre todo, la relación personal que tuvieron con personajes míticos de la educación como: Mario Aguilera Dorantes, Severiano Ocegueda Peña, Ernesto Flores Cobos y otros. Amapa y el Valle de Santiago Ixcuintla, quedaron marcados para siempre en su vida, su historia y sus costumbres por el Ensayo Piloto de Educación Básica,

Plática de “Don” Mario Aguilera Dorantes con los campesinos de una comunidad del Valle de Santiago Ixcuintla:

"Nuestro plan es tan sencillo como una agenda de familia. Examinamos lo sucedido en los últimos años; cuáles fueron los ingresos, cuáles los gastos; qué nos propusimos hacer, qué es lo que no logramos, y hasta qué punto hemos mejorado. Examinamos nuestra situación actual y lo que puede ocurrir en los años próximos. Dónde nos hallamos y dónde quisiéramos estar dentro de tres, cinco o más años. Un padre de familia pensará en enviar a su hijo a la secundaria al terminar su primaria; otro se propondrá construir con ladrillo su casa; reflexiona sobre lo que debe hacer durante dos o tres años para que eso sea posible; ya tiene una perspectiva: después, con esta idea aproximada, determina lo que debe hacer el presente año, el mes entrante, mañana mismo; toma decisiones día por día. Lo mismo hacemos al formular un plan. Examinamos el pasado, el presente, el futuro más o menos próximo. Nos trazamos Ios medios en vista de las metas a donde queremos llegar en un plazo convenido. Cuál será su duración... la sabiduría china reconocía, como los modernos planificadores, que cada cosa tiene su plazo, que no es una opción entre cosas contrapuestas: todas ellas forman un conjunto armónico. Tres siglos antes de la era cristiana Kuang Tzu escribió: "Si haces proyectos para un año, siembra trigo. Si haces proyectos para un decenio, planta árboles. Si haces proyectos para toda una vida, enseña y educa a los hombres." Esto que hacemos en la vida cotidiana, es lo que hacemos en forma semejante al preparar un plan o un programa."

Para hacerse sentir por los campesinos y por los hombres y las mujeres, así era “Don Mario”, a la altura de sus interlocutores, con la modestia de un directivo de escuela rural, con la humildad de un profesor pueblerino, con la praxis del que predica con el ejemplo, con la confianza que inspira hablar con la verdad y con el realismo del que “sabe que sabe”.

lunes, 26 de mayo de 2008

Maestro José Manuel Ramírez Salazar

Mtro. José Manuel Ramírez Salazar
Quien nos dejó como legado su actitud positiva ante la vida y su
ejemplo de calidad humana y profesional.
1948-2008. Compostela -Tepic.
+ 14hs. 10min. 20/05/2008

El 28 de Abril de 2008, supe que José Manuel Ramírez Salazar estaba internado en la Clínica del ISSSTE con carácter de grave, no me importó saber de qué, lo cierto es que unas horas después lo fui a visitar y al llegar, saludé a su esposa la Maestra Marí, ella me recibió con el afecto de siempre y con el gusto de recibir a quien sabe los quiere y además, puede proporcionar aliento al compañero que Dios le otorgó para que formara su hogar, procreara y formara a sus hijos, así como, compartiera su proyecto de vida y de servicio educativo a la sociedad. La imagen era patética como es común en las clínicas del sector salud; él, sin notable desfiguración física, pero, con aspecto sombrío y conmovedor; ella, esbelta como siempre, cansada, triste, dispuesta a no ceder en lo divinamente encomendado y a punto de llanto, Mari fue explícita sin pedírselo y me dio pormenores de la agobiante situación.

El amigo Manuel:

· Fue un brillante alumno en lo deportivo y en el estudio, además muy apreciado por sus amigos y condiscípulos, dada su sencillez y su disposición a ofrecer siempre lo mejor de su sentimiento.
· Fue miembro destacado de la III generación de egresados de la Licenciatura en Educación de la Normal Experimental de Ciudad Guzmán, además,
· Completó su formación profesional de educación media y normal en la Especialidad de Matemáticas y el Posgrado en Pedagogía de la Escuela Normal Superior de Nayarit.
· Ultimó su preparación siendo un reiterativo participante en Foros Pedagógicos Nacionales.

A petición de Mari me coloqué al lado derecho del camastro y muy cerca del oído izquierdo, ella le susurró: ¡Manuel, aquí está Enrique!, no hubo reacción e insistió: ¡Manuel es Enrique Figueroa Romero! y sus ojos se entreabrieron ladeando su cabeza cuando tomé entre mis manos la suya, al hablarle esbozó una sonrisa y me miró con anhelo, no pudo emitir voz pero fue notable su deseo de hacerlo, su silencio era casi total, pero cuando le hablé, su sonrisa fue de aprobación, no era el momento para sugerirle conductas ilusas, ni tampoco para hablarle simplezas, recuerdo que le manifesté mi deseo de que se iba a poner bien y que me iba a apoyar en un nuevo proyecto que realizaríamos los dos, no hubo más, luego, muy al oído le dijo a su esposa que quería descansar. Tres días lo visité, luego sin comunicárselo a Mari decidí no obstruir la intimidad que la familia le pudiera dispensar, pero lo hice convencido de que el estado de Manuel era de pronóstico reservado.

El compañero Manuel:

· Fue de manera sobresaliente, amigo, compañero y maestro de muchos profesores de Nayarit y del noroeste del país, que se formaron en dichas escuelas de educación normalista básica y superior y simultáneamente, se le reconocen sus indiscutibles méritos de asesor pedagógico en la actualización profesional del magisterio de las entidades de Nayarit, Baja California, Sonora y Sinaloa.
· Con Manuel participé en la competencia deportiva y la actividad pedestre, fuimos compañeros en la especialidad de matemáticas y la maestría, y siendo Director de la ENSN, compartí la responsabilidad al nombrarlo Coordinador de Posgrado, puesto que desempeñó con lealtad e institucionalidad, además, en la Unidad 181 de la Universidad Pedagógica Nacional con el máximo cargo, me proporcionó su apoyo realizando un proyecto magistral sobre Investigación Educativa.

Posteriormente me enteré de su cambio a otro nosocomio, con deseo auténtico para el amigo, imaginé que su cambio era debido a una sensible mejoría, luego, su esposa me comentó que lo habían hecho para aplicarle un tratamiento alternativo, el cual, no surtió ningún efecto, porque, el 20 de Mayo dejó de existir, no se a que hora, pero a las dos horas con diez minutos a la hora que tomaba mis alimentos de mediodía sonó la alarma del celular, al abrirlo me di cuenta que era el teléfono de Manuel, pero la que hablaba era su esposa y al clásico ¿Qué pasó Mari?, me contestó: Es Manuel Maestro Enrique, ya no quiso estar con nosotros y ahora está con Dios. Le manifesté que lo sentía y que estaría acompañándolos a la mayor brevedad, la noticia surtió su efecto de inmediato y la verdad comprendí, lo que verderamente apreciaba al compañero y amigo que hice en la prosperidad y aprobé en la adversidad.

Lo inevitable:

· Después de estar postrado por incurable padecimiento, J. Manuel Ramírez Salazar, dejó de existir el 20 de Mayo de 2008, en el Sanatorio Guadalupe, de la ciudad de Tepic, por lo que le deseo a su esposa, hijos y familiares una pronta recuperación por tan irreparable pérdida.
· Su deceso es una gran pérdida para la educación nayarita que solo los necios y los incompetentes pueden ignorar. En nuestro estado no hay estudioso normalista o universitario que se le compare, se “pasó la vida aprendiendo mientras enseñaba”.

Como le prometí a Mari, salí de la covacha raposera y por la noche le presenté mis respetos y estuve en el velatorio entre todos los amigos de Manuel que eran muchos y saludé a algunos que nos eran comunes: Polo Martínez, Toño Loera, Chava García, Licho Rodríguez, Andrés Flores, Efraín Moreno y otros que escapan a mi memoria. Me retiré lamentado no poder asistir a los demás oficios mortuorios que se realizarían un día después en Compostela, lugar de origen de sus anhelos y de realización de sus designios etéreos.

El Maestro Manuel y la ENSN.

· En la Escuela Normal Superior de Nayarit, alcanzó su máximo esplendor como investigador educativo, como analista pedagógico y como socializador de sus indagaciones.
· Sus propuestas educativas se plantearon en las cátedras impartidas en la ENSN y en sus variados proyectos para perfeccionar el quehacer docente.
· Deja a sus familiares la Biblioteca particular más completa en la Ciencia de la Educación, la Psicopedagogía y la Tecnología Educativa.
· Fue Coordinador del Posgrado en Pedagogía en la ENSN donde se ganó el afecto y el reconocimiento de la comunidad normalista por su entusiasmo, por su didáctica tan sui géneris, por su amplia preparación, por su nobleza y por su convicción de que la educación de calidad se alcanza con moral, con organización, con método y con profesionalismo.


Manuel, “hasta reandar lo andado”.
Mtro. Enrique Figueroa Romero.

jueves, 1 de mayo de 2008

VILLA JUAREZ, NAYARIT 3


Primaria Rural Federal, “Lic. Manuel Gual Vidal”.

Construida durante el gobierno federal de Miguel Alemán, el Secretario de Educación Manuel Gual Vidal, mandó construir escuelas primarias que estuvieran acordes al boato que se manifestó durante ese régimen. En Nayarit hubo buen número de esas instituciones, eran escuelas muy bien acabadas y completas, con teatro escolar al aire libre y con camerinos, además, sus techos sobrepuestos en un cielo de maderas de cedro, a la de El Pozole hoy Villa Juárez, le pusieron su nombre. En el temporal de lluvias y sin nada que contuviera las aguas del Río Santiago, cada año hasta tres o cuatro veces su caudal se desbordaba y la Escuela Gual Vidal era el albergue natural de toda la vecindad como único punto a salvo de las inundaciones, de julio a agosto era una romería, de la cual, en muchas ocasiones participé de ellas, junto mi Compadre Rodrigo, por el gusto de convivir con los amigos en la “fiesta anual” con la que el Río Grande los consagraba. Para las gentes de Villa Juárez el río nunca los desgració, por el contrario, aun cuando se tuvieran que rehacer cada año, era: cuando mejor comían, cuando más descansaban, cuando más convivían con la familia y más felices se mostraban.


Cuando me adscribieron a ella como Director comisionado y Profesor de grupo, era una escuela de organización completa con grupos paralelos hasta 4º. Grado, en sus aulas, ejercieron su apostolado profesores que dejaron huella pedagógica como, Miguel Palafox, Federico González Gallo, Salvador Palacios, Salvador Langarica Cabrera, Luis Valera, Pablo Zamorano, Rodrigo Medina Salas, Susana Alva RodrÍguez y muchos más como, Doña Angelita, Teresa Bernal, El Pino y otros que con menos relevancia todavía les evocan sus discípulos aun con vida. Los docentes de esta escuela la hicieron de concentración, muchos papás de otras comunidades querían que sus hijos ingresaran a ella, ya que tenía fama de tener buenos profesores y no estaban equivocados, de ella, ya habían egresado profesionistas de escuelas superiores de México, Guadalajara y Tepic. La escuela mantuvo su prestigio en tanto los profesores permanecían en la comunidad de lunes a viernes, cuando empezaron a argumentar necesidades familiares o personales para salir “correteados” a sus lugares de origen, la escuela decayó y como en todas partes, hasta la fecha los padres de familia extrañan los tiempos de “cuando los “profes eran parte de la comunidad y compartían con ellos sus vicisitudes”.


El alumnado era insuperable, dentro de la edad escolar y con una gran afición para el deporte y el estudio, destacaban por su rebeldía congénita y colaboraban refunfuñando a veces en las actividades generales de la escuela. Los chavos y las chavas se significaban por una inteligencia que los destacaba sobre el alumnado de otras comunidades, solo los de Cañada del Tabaco estaban a su altura, claro había de todos, pero la curva se sesgaba hacia las alturas. Entre la mayoría de los alumnos, había el interés común de formarse hasta donde se pudiera, sentimiento fomentado más por sus mamás que por sus papás, ya que éstos a regañadientes por que se les quitaban brazos de trabajo, delegaban en sus esposas el derecho de decidir sobre la educación de sus hijos y como decían ellas, “profe, que no quede por nosotros, nada más le encargo la cabeza” y ellas, eran sustento de la formación de sus hijos, viendo tal ejemplo, los profesores de Villa Juárez se excedían en esfuerzos y los alumnos correspondían. En ese tiempo, pusimos en práctica el docente cíclico, tomaba los alumnos en 5º. Y los egresaba en 6º., nos dio buen resultado, a tal grado que en los concursos de conocimientos de zona que había con premio una ida a México, durante cinco periodos escolares continuos nuestros alumnos resultaron ganadores., dos fueron míos, dos de Faustino Castañeda y uno de mi compadrísimo Rodrigo Medina Salas.


Secundaria por cooperación “Elías Reyes”

Los padres de familia que se preocupaban por la educación de sus hijos, escogieron para su escuela secundaria el nombre de uno de los fundadores del Ejido de El Pozole, después La Trozada y hoy Villa Juárez, en contra de la opinión exacerbada del párroco y de los más ignorantes de la comunidad que concebían la educación una actividad de perversos apóstatas, para ello, ponían de ejemplo al Profe Faustino Castañeda que adornaba sus carros alegóricos en las fiestas del “20 de Noviembre” con lemas de protesta religiosa. Los profesores de la Escuela Primaria “Manuel Gual Vidal” encabezados por el Director Pablo Zamorano, recogieron las inquietudes de los padres de familia, las organizaron, gestionaron su registro, buscaron la planta de catedráticos y salieron casa por casa a convencer a los recién egresados de la primaria y a los rezagados a que se inscribieran. A puro valor y con puras promesas de pago, la hicieron funcionar con 40 alumnos que iban de los 12 a los 20 años. Los ataques fueron muchos y mucho más la inconsistencia en los pagos, sin embargo se mantuvo con mucha ética profesional y mucha más responsabilidad.


Albergada en el edificio de la Gual Vidal, sus iniciadores intentaron construir un edificio propio y mantenerla en servicio, pero la fundación de una secundaria técnica con sostenimiento oficial ocasionó su desaparición. Las escuelas secundarias por cooperación fueron las canalizadoras de la inquietudes de superación de los profesores de educación básica y los laboratorios de experimentación de los alumnos que ingresaban a la Benemérita Escuela Normal Superior de Nayarit y al mismo tiempo, son el parteaguas, entre la escuela mística “donde estaba siempre y dispuesto al trabajo el maestro, el profesor rural, humilde, pero siempre digno, siempre respetado y apreciado por la gente” y la actual escuela mítica que no se justifica con los resultados obtenidos y con una imagen de maestro cada vez más devaluada. Las escuelas secundarias por cooperación que a semejanza de la Escuela Secundaria No. 1 de Santiago Ixcuintla, fueron la plataforma del desarrollo económico, social y cultural, no solamente del municipio, sino de todo el noroeste del país, zona de influencia de la ENSN.

Para muestra una cereza del pastel: Arnulfo, hijo mayor de una familia rural sin patrimonio ejidal y de la más absoluta pobreza, ingreso a la Secundaria “ Elías Reyes” por convencimiento de los profesores que la fundaron, los cuales, doblegaron la resistencia del papá y de Arnulfo, porque la familia tenía necesidad de su trabajo para la formación de sus numerosos hermanos. Al que le decían “Penano” por su semblante demacrado y lastimero, se le dieron todas las facilidades para que se inscribiera y al mismo tiempo lo que ganaba en los medios tiempos de trabajo en el campo, le sirviera para sus gastos personales y la ayuda familiar. Por sus buenos resultados académicos y su buen compañerismo se supo ganar el aprecio unánime de condiscípulos y profesores, los cuales, al egresar la primera generación alentaron a Arnulfo a que continuara estudiando, ni la desgracia, ni la pobreza y mucho menos el tener que salir a la capital lo podían detener, el decía: “mis maestros me enseñaron a luchar en contra de la adversidad y lo tengo que lograr”. Buscó trabajo y se convirtió en reconocidísimo técnico en autoelectricidad, con solvencia económica ingreso a la Universidad logrando licenciarse en una carrera que le permitió ocupar un cargo destacado en una dependencia federal y con su licenciatura se convirtió en destacado catedrático de la UAN, situación donde continua después de jubilarse en la burocracia.


En alguna ocasión, con lágrimas que afloraban, me lo comentó: “mis maestros y mis amigos, de mi querida Secundaria “Elías Reyes”, hicieron posible lo que parecía imposible, para ellos, con humildad mi gratitud eterna”.

VILLA JUAREZ, NAYARIT 2


Tierra bendecida por Dios.

1965-1977. De la serranía a la llanura costera, de El Venado a Villa Juárez, mi querido Profesor Cobos, el Inspector Escolar me rescató como él decía y me adscribió en el poblado que históricamente se llamó El Pozole, posteriormente La Trozada y por último Villa Juárez, municipio de Santiago Ixcuintla, Era una población de escasos 2000 habitantes, en la “actualidad todavía” y hasta que el mar no recupere sus playas, se encuentra a 10 metros sobre su nivel y es de las cinco localidades más grandes del municipio.


Villa Juárez es de los más beneficiados de la Reforma Agraria, pues es el ejido con mayor dotación de tierras. Ancestralmente “Bendecida por Dios”, esta comunidad se encuentra a orillas del Rio Santiago y cada año era bañado por sus desbordes, lo que hacía que sus tierras se desalitraran, se cubrieran de limo y se convirtieran en las más fértiles, buenas para todos los cultivos de temporal, sobre todo para el más sabroso chile ancho que se produce en el país. A partir de la construcción de la presa “Aguamilpa”, como que “Dios dejó de consentirlo”, porque al ya no haber inundaciones las tierras corren el riesgo de convertirse en páramos y las casas en polvorones, por acción del salitre, pero eso sí, todos los días de todos los años, los “trozadeños” entre chela y chela, un día si y otro también, son derrochadores cuando la parcela ha sido generosa y cuando el temporal ha estado en contra, con “deudas” se siguen dando la gran vida.


Como en la “viña del señor”, en Villa Juárez había de todo entre los pobladores: creyentes y no creyentes que iban a misa cuando había que gorrear y destacando entre ellos “el calcetín”; conservadores y liberales, entre éstos sobresaliendo Paco Sandoval, Neyo y Miguel Guzmán, que honraron la memoria de “Don Benito” y dieron protección a la Benemérita Escuela Secundaria por Cooperación “Elías Reyes”; abstemios y bebedores consuetudinarios que producían mínimo docena, los alumnos más inteligentes de las escuelas del lugar y que eran al mismo tiempo los mejores del municipio; campesinos malos y buenos para la agricultura, de éstos, el campesino Efrén Casillas que sabía más que cualquier agrónomo, los secretos del cultivo del chile ancho; hombres casados que solo sabían de una mujer y hombres casados con casa grande, casa pequeña y casa chica; retardatarios y progresistas que han velado por su terruño como Pepe Madrigal; símbolo de la fecundidad y de la vida, las mujeres Villajuareñas, por prolíficas eran dignas de ese elogio y con todos los atributos de la mujer mexicana, sufridas, abnegadas, protectoras de su hogar y esmeradas al máximo en la atención de su familia, impulsoras de la educación de sus hijos y pilar donde se apoyaba la educación de la comunidad. . . no había de otras.


En aquel entonces el pueblo era de lo más descuidado, el centro un laberinto, la iglesia unos bardones, el campo deportivo servía de majada, la Escuela Rural era lo menos descuidado, el Centro de Salud lo más decoroso, el Jardín de Niños funcionaba en un caserón improvisado, las calles en el “tiempo de secas” unos “terregales”, en “tiempo de aguas” eran lagunas y el panteón era un chapoteadero para vivos y muertos, de todo los servicios, lo mejor era el flamante Casino de la Bruja Roja. Actualmente se nota un avance notorio, calles empedradas, una flamante iglesia, un Jardín Ejidal bonito que luce dos monumentos de Don Benito Juárez, hay escuelas de educación media superior y superior y si “Justo” viviera diría, pero también hay más antros para darse gusto y placer. A lo único que no se le ha hecho justicia es a la cada día más descuidada Escuela Primaria “Manuel Gual Vidal”, esto lastima, porque esa institución ha sido crisol de muchísimos buenos profesionistas en las comunidades del extremo de la margen derecha del Río Santiago.

VILLA JUAREZ, NAYARIT 1

Villa Juárez, Nayarit.

Rodrigo Medina Salas.



En el magisterio hay amigos, compañeros y detractores, un maestro no es monedita de oro, pero aprende a convivir hasta con los enemigos gratuitos, en el trayecto de la carrera, se mantienen o se despegan muchos de los compañeros con los que se convivió, pero lo más importante es que se conservan los que uno escoge para preservarlos en el arcón de los buenos recuerdos, pero entre éstos, siempre destacan algunos con quienes las ligas de amistad son tan firmes, que terminan en convertirse en lazos indisolubles de familiaridad. En lo personal, destaco la relación de Rodrigo Medina Salas y de Susana Alva Rodríguez con quienes establecí “una insuperable amistad” que sellé con el compadrazgo y lo hicimos, hasta que mi compadre y yo estuvimos convencidos de respetarnos, aunque nos la refrescáramos de mentiritas.



A mi comadre Susana la conozco desde que fuimos condiscípulos en la Escuela Secundaria No. 1 de Santiago Ixcuintla y se casó con mi compadre sin mucha dificultad, conservando el matrimonio porque ella nunca perdió “el control” de mi compadre y éste, se sacó con ella la lotería. A mi compadre Rodrigo lo empecé a tratar cuando coincidimos como profesores de nuevo ingreso en la Zona Escolar de El Nayar, yo en San Juan Peyotán y él, en Huaynamota, el “fondillo del diablo” hasta antes de que construyeran la Presa de Aguamilpa. Tuvieron cuatro hijos, el cuarto lo fue mi super ahijado Rafael “El Chato”, con un ochenta por ciento de Alva y el resto de Medina y con algunas virtudes características como, alto, moreno, comunicativo, confiable, estudioso, natural y responsable, mi ahijado heredó la inteligencia y el gusto por las matemáticas de mi comadre y la sabiduría y lo estudioso de mi compadre, actualmente realiza investigación sobre la matemática educativa, que por lo pronto, no quiere compartir ni con su padrino querido al que respeta en el campo de las matemáticas.



Mi compadre es por nacimiento “gardenión”, en Acaponeta hizo su Educación Básica y en la histórica Escuela Normal de Jalisco egresó como Profesor de Escuela Primaria, posteriormente, obtuvo título de Profesor de Segunda Enseñanza en la Especialidad de Biología. Como no era hijo del privilegio y además, era un profesor normalista con la ética suficiente, se inició, entre los indígenas de El Nayar, de los cuales intentó aprender su dialecto, pero cuando los coritas le empezaron a jugar bromas con su traducción se dejó de ello, luego, trabajó en el municipio de Santiago Ixcuintla, en las Escuelas Primarias Federales de Villa Juárez y Amapa y en la Escuela Secundaria por Cooperación “Elias Reyes”, se jubiló siendo el mejor Profesor de Biología en el Centro de Actualización del Magisterio y también, en la Escuela Preparatoria No. 1 de la UAN. Como biólogo pocos como él, su dominio de la materia es amplio y de gran profundidad el conocimiento y la metodología. Su didáctica en educación básica era la utilizada en esos tiempos de sus primicias, “la letra con sangre entra” y como no había otro profesor al que quisieran y le confiaran tanto los padres de familia, cuando los chavos lo sacaban de quicio la utilizaba, hasta que un día, “La Terror” de la escuela, se le parapetó y le dijo iracunda: “no Rodriguito a mí no”, pero fue tanta su vehemencia, que por temor a Gricelda, hasta ese día la vara didáctica dejó de ser solución pedagógica.



Los años de la relación con mi compadre, los más profundos y significativos fueron los vividos en Villa Juárez, en ese lugar “bendecido por Dios” como mi compadre o yo lo vemos o como Faustino lo prefiere “dejado de la mano de Dios, conjugamos ideales políticos y educativos, compartimos las mismas amistades y los reconocimientos de éstas, zanjamos las diferencias al “águila o sello” y el resultado se respetaba, coincidíamos en las tareas educativas, nos defendíamos como uno solo en la defensa de nuestros intereses educativos y personales, manteníamos las mismas amistades comunales y los afectos con los mismos alumnos, juntos nos esforzábamos porque nuestras escuelas y sus pupilos fueran los mejores, nunca vimos con celo los éxitos del otro, en suma para mí, “mi compadre es el amigo poco común que cada uno de nosotros tiene”.



Desde que nos conocimos a la fecha la relación con mi compadre se ha mantenido sin altibajos, no obstante que quienes nos conocen y tratan, se empeñaban en ensombrecerla, como el venenoso de Roberto, pero también hubo quién trato de resaltarla como Fortunato Córdoba, pero ahí va avante... compadre. Actualmente, nos vemos esporádicamente, pero cuando lo encuentro e intercambiamos las formalidades de la amistad, mis sentimientos para El Compadre Rodrigo, son los que daría al hermano mayor que deseo estuviera conmigo en este “valle de plenitud y gozo”, el que será reandado cuando tengamos la oportunidad de reencontrarnos.

lunes, 28 de abril de 2008

El Venado, Nayarit.


La Puerta de El Nayar.


1963-1964. Pueblo que apenas rebasaba la condición de poblado, situado en la entrada de la Sierra Madre Occidental, aquí se realizaba todo el comercio que fluía, como decía Don Necho, de “arriba hacia abajo y al revez, principalmente de ganado (vacuno) y chivos de allá para acá y de regreso, abarrotes, mercería, telas y lo necesario para la vida de los serranos”. De San Juan Peyotán a El Venado, los arrieros hacían 3 días en remuda por el camino real, hacer ese recorrido era una aventura que emocionaba, actualmente, es parte de la carretera Ruiz-Zacatecas que está a punto de ser una realidad y una apertura al progreso del pueblo, por que en 42 años ha ido en paulatino retroceso.

La región donde está enclavado este pintoresco rincón a la vera del río San Pedro, mantiene grandes atractivos ecológicos, su flora es exuberante y su fauna es variada, todavía hay espacios boscosos y densos, donde abundan venados de cola blanca y los arroyos de Malpaso, Tenamache y El Salto, todo para un gran disfrute natural. La población venadeña es por costumbre, muy amable, hospitalaria, tranquila y pronta a atender a quien los visita, principalmente, los “profesores” son especialmente atendidos, no obstante tantos motivos agradables, cuidan mucho que se les cumpla en las responsabilidades que deben prodigarles.

Hace 42 años, solo contaba con una escuela primaria, la Ramón Corona, que tenía una inscripción de 100 alumnos. Actualmente hay dos primarias, un jardín de niños y una escuela secundaria, que son más que suficientes para atender una población escasamente superior a la de entonces. En aquel entonces, quien podía mandaba a sus hijos o hijas a seguir estudiando fuera, los que no estaban en condiciones mandaban a sus hijas a trabajar y casarse a USA y los hijos se quedaban a ayudar a su papá como se pudiera, situación que dio motivo a que los jóvenes desahogaran sus inquietudes a través del deporte, por lo tanto, el profesor deportista caía “como anillo al dedo” y tenía, además de aceptación general, el gusto de participar con los jóvenes en toda competencia deportiva municipal, ese año, los lugareños, los venadeños que estudiaban fuera y el profesor Enrique, integramos equipos imbatibles de básquetbol, voleibol y béisbol. Justo es que haga una mención especial para Cipriano Cayetano “Chipango”, gran amigo, mejor vecino y buen papá, que, en el buen sentido del concepto, lo mismo me “servía para un barrido que para un trapeado”, es decir, fue un gran apoyo en mis actividades extraescolares.

En octubre de 2003, al ganar el concurso escalafonario de la plaza de Inspector de Escuelas Secundarias, la acepté de inmediato, ya que para mí representaba la gran oportunidad de regresar a El Venado, ese hábitat que me atraía por los recuerdos de mi juventud magisterial. Cuando me dieron mi nombramiento, no esperé ni siquiera que me fueran a presentar a la zona de adscripción con cabecera en Tuxpan Nayarit, de inmediato, el primer día de Inspector Escolar hice mi primera visita de supervisión y la realicé en la Secundaria “Venustiano Carranza” de El Venado, sintiéndome con la misma exaltación del joven profesor de 21 años que en 1963 se presentó a trabajar a la primaria rural del lugar. Si hay un lugar donde la Anne, de la narrativa de Galeano, “a diario empuja con sus brazos al astro al amanecer para que ilumine y lo acuesta por la noche en el horizonte”, ese lugar tiene que ser: El Venado.

San Rafael, Nayarit 3


Gestión Escolar.


Sep. 1962-1963. En el desempeño del servicio educativo es bueno contar con suerte, con amigos o buenas relaciones para conseguir los objetivos que se señalan en el Plan de Tabajo que se elabora al principio de año escolar. En San Rafael, había muchas necesidades y pocos los recursos económicos, por eso, para hacernos de mobiliario por el incremento de la población escolar, arreglar el techo muy deteriorado por lo abundante de la temporada de lluvias que acababa de pasar y tener asegurado el sueldo de la maestra comunal, hicimos con las firmas de los vecinos del lugar, una solicitud para que se permitiera a la comunidad cortar y labrar una cantidad de pies cúbicos de madera de guanacaste que solventara el proyecto.


La solicitud se la presentamos a un jefe forestal de semblante amodorrado, mal vestido y de hablar grosero, que daba la impresión que se incomodaba con cualquiera que interrumpiera su aletargamiento, así que en desventaja para nosotros, leyó la solicitud y de inmediato sin descomponer la figura, vociferó con los vocablos tabasqueños más floridos, algo como esto: “Ustedes hijos de la tal por cual, quieren todas las comodidades para algo que deberían de solventar de sus bolsillos, ¡ah! pero los señores quieren un permiso para que amparados en él puedan explotar sus montes de guanacaste cuando ya se acabaron los cedros, caobas y amapas”, desarmados por lo intempestivo de la agresión y al ver que no hubo reacción de nuestra parte, el hijo de su rechinadora ya crecido, agregó: “en mi tierra, el “terible Garrido Canabal” llevó la educación a todos los rincones de Tabasco y nadie se atrevió a pedir nada para ello, el asiento fue una piedra, la mesa las piernas, una pizarra los cuadernos, una tisa el lápiz y una plantilla el libro, con ello, Tabasco es de los estados de la federación más alfabetizados”. El funcionario dispuesto a seguir fue interrumpido por un joven alto, moreno, atlético y de hablar pausado pero decidido, quien habiéndose dado cuenta de los exabruptos del forestal, de manera tronante dijo: ¡cálmese Ingeniero!, en su tierra serán muy “camisas rojas”, pero en la nuestra que es ésta de donde Usted come, por menos de lo que ha dicho los malos funcionarios se han ido, así que si quiere preservar su empleo, modérese y otórguele el permiso a quienes están sirviendo patrióticamente a su comunidad. Con el semblante descompuesto y sin mediar palabra, tomó un block y a mano extendió el permiso. La comisión gestora con una sonrisa irónica nos despedimos del funcionario y cuando quisimos hacerlo del improvisado líder, se había retirado sin dar oportunidad para ello.


Con el tiempo, en una cancha de básquetbol de la UAN jugando una “cascarita”, me encontré con un deportista consumado que gozaba de la simpatía de todos los “cascareros” de las canchas populares, ese joven era el que me había tendido la mano en mi gestión educativa, fue entonces, cuando me enteré que llevaba por nombre Francisco Perales, que era un profesor normalista que no ejerció por dedicarse, de lleno y con mayor amplitud, a liberar de la explotación y la servidumbre a los de su condición agrarista y que era un funcionario de lo más cumplido y honesto que tenía en Nayarit la Confederación Nacional Campesina. Desde entonces, le guardo gratitud, respeto y reconocimiento a Perales, a él, “todavía joven” como nos presume a todos los “cáscaras” contemporáneos, se le encuentra trotando o canasteando en los lugares que se han construido para ello y sin mediar interés de por medio, se dedica a apoyar moralmente a los amigos que requieren de su compañía como apoyo espiritual
.

lunes, 4 de febrero de 2008

San Rafael, Nayarit 2

Escuela Primaria General de San Rafael

Afecto Privilegiado.

17/sep. 1962-1963, sin puente, porque al “mal paso darle prisa”, levanté la inscripción escolar de la comunidad de San Rafael, la cual arrojó una existencia de 30 alumnos de ambos sexos, 20 no sabían leer y escribir y 10 mal sabían leer entrecortado y escribir garabateado, por lo tanto, unos eran para primero y los otros a segundo a terminar de ser analfabetos. Don Crispín, único indígena de la comunidad y H. Presidente de los Padres de Familia, me pidió considerar a los muchachos que se habían quedado rezagados y que se contratara a una maestra comunal que se hiciera cargo de los chiquillos y los de tercero para mí, nos agenciamos recursos para el pago de todo el año y la contratamos. Se organizó el grupo de nueva creación con 30 alumnos de entre 9 y 15 años, indudablemente, eran más hombres que mujeres, porque éstas, por no haber más que hacer, se reducían a los 13 o 14 años que se huían y agarraban marido. Era un grupo difícil de describir, los niños en grupos de dos o tres familiares, eran tímidos, con las manos callosas por las tareas de apoyo a su papá, con los pies serranos de un número más grande que lo normal y con el cuerpo delgaducho, las muchachas todas en grupo, eran vergonzosas, de risa pronta y de mirar desconfiado, prestas a hacer las actividades de la escuela, además, de apariencia física realizada. En 46 años de servicio magisterial, tuve muchos grupos que les di afecto, empatía, respeto, sensibilidad y sobre esfuerzo, pero no hubo otro que me haya impactado tanto sentimentalmente como éste, fue un grupo respetuoso hasta los límites permitidos, honesto como que sabían sus limitaciones, tan humildes como el lugar donde vivían, pero sobre todo, con una moral al margen de toda malicia.

Imposible recordarlos a todos, pero por mencionar algunos, los hermanos Rojas y Pío Abrego como excelentes alumnos, Maximiliano Hernández “Chabalán”, Esteban Abrego, Florencio Cañas y Esteban “El Venado” como buenos deportistas, entre las mujeres, Toña Rojas, Andrea, Paulina y Rafaela, debió haber algún Juan y alguna Guadalupe, pero ésta es la idea que me queda después de 48 años. De todos, al único que he visto es a Maximiliano, fue un gran deportista que integró una selección estatal de volibol y participó en unos juegos nacionales; de Pio sé por su papá que estudió y se profesionalizó; y, de Esteban Abrego, el líder nato del grupo, que era noble, inteligente y carismático, el hijo que de niño ayudaba a Don Elías su padre a dar forma de canoa a los troncos de guanacaste, el alumno que me llevó a conocer la Presa de Aguamilpa cuando apenas eran mojoneras de localización y a “chirotear” por el cerro de La Cebadilla, el chico que nos ganaba a todos a cruzar a nado el río Santiago, el primer ex alumno, que por su honestidad y cariño de todos los ejidatarios fue electo comisariado ejidal y que le tocó gestionar los beneficios que su pueblo obtuvo por la construcción de La Presa de San Rafael, de él supe que unos malhechores que lo extorsionaban le habían asesinado a mansalva, como se usa en la sierra con las personas que destacan pobremente. Se había perdido una vida, la de Esteban Abrego, el dirigente ejidal al que propios y extraños le tenían un gran afecto. Saber de la muerte de Esteban me consternó y me hizo ir a su pueblo para ver si su muerte no había sido en vano y al mismo tiempo, porque parafraseando a Unamuno: “no nos damos cuenta que tenemos alma hasta que nos duele”. Esteban: “hasta reandar lo andado”.

San Rafael, Nayarit


Escuela Rural Federal de San Rafael (1962)



1962-1963. 13/sep. Reunión de Planeación. La orden del "Profe Gonzalo", inspector de la zona escolar, fue terminante, “los asignados a las escuelas de la sierra baja, se van a preparar los festejos de la Independencia de México”. Arribé el 15/sep. a Estación Roseta y ya me estaba esperando Florencio, el joven comisionado para hacerme llegar a San Rafael, pequeña comunidad con escuela unitaria y que estaba en la orilla opuesta del Río Grande o Santiago. Después de una caminata a campo traviesa de hora, llegamos al punto de cruce, la vista de un río bufando que impetuoso se deslizaba por la boscosa falda del cerro de La Cebadilla, me causó temor, pero había que cruzarlo corriendo todos los riesgos. No se preocupe, este riito no nos baña -me dijo Lencho con mucha seguridad- y abordando una pequeña canoa, con gran pericia llegamos al bordo opuesto un kilómetro abajo.


Con la novedad de la llegada del Profe, los vecinos y las vecinas, de inmediato se reunieron al frente de la escuela del pueblo y como si ya estaban preparados, las mujeres con lo necesario para hacer el café y las enchiladas o caldos y los hombres, con los “jarritos” de tamarindo y el alcohol para las teporochas, se inició la “fiesta de traje” amenizado por un tocadiscos que a ratos tocaba y a ratos se arreglaba. A las 11 horas en punto, con un radio de baterías colocado frente al micrófono del tocadiscos, con mucho entusiasmo le coreamos vivas a los héroes que nos dieron patria junto al Presidente de la República Adolfo López Mateos. El 16/sep., con participación de todo la población, nuestro desfile, encabezado por la escolta improvisada de las autoridades vecinales y portando la bandera nacional del ejido, fue de lo más solemne y a pesar de los estragos de la fiesta del 15, el entusiasmo no decayó en la tarde de competencias tradicionales. Como lo dijo el inspector escolar, así se hizo y durante todo el año escolar fui correspondido por la comunidad en todas las actividades, dándome una total autoridad sobre los niños y las niñas de edad escolar, de tal manera, que hasta los sacerdotes que iban a dar sus oficios, para la doctrina me tenían que solicitar el horario, porque de septiembre a junio, “el profe tiene la potestad sobre sus alumnos”.


En aquel entonces, San Rafael era un pueblito maderero: donde se hacían las canoas de un solo tronco de guanacaste para surtir a todos los pescadores de la costa nayarita; donde no había influencias nocivas; donde todavía ejercía autoridad la defensa rural al mando del comandante “Pelatas” y con las armas que les otorgó “el más grande presidente de México”; donde su único vestigio de desarrollo era la escuela; y, donde el Río Santiago era impedimento para estar más cerca del mundo civilizado. En lo personal, San Rafael fue una gran experiencia donde todo se me dio sin obstáculos ni regateos, donde vine a confirmar mi vocación magisterial por si aún dudaba de ella, claro, no fue el producto de una experiencia de entrada, sino la conjugación de circunstancias y de relaciones que resultaron de la integración total a la comunidad.


Un día, la curiosidad y la nostalgia abonadas por mi ahijado el hijo de mi compadre Ismael, me hizo ir a percatarme “de ojito” el estado que guardaba ese pueblito. Esperaba derramar alguna lágrima de emoción y a punto estuve, pero me embargó la alegría cuando me di cuenta que el San Rafael que conocí me lo cambiaron. De los habitantes de aquel entonces solamente saludé a Margarita, una muchacha que se abstuvo de entrar como rezagada a la escuela, porque el novio del cual ya tenía promesa de matrimonio no la dejó, so pena de no cumplirle el pacto. Del pueblito me alegré, mi escuela rural federal “Lázaro Cárdenas” era el último vestigio rupestre en pie y que todavía el pueblo la conservaba en buen estado y en servicio como Tienda Ejidal.


Con la construcción de las presas de Aguamilpa y San Rafael, el pueblito cambió, actualmente, su tamaño sigue igual, nada más que ahora cuenta con carretera pavimentada de acceso, con edificios de CAPFCE para las escuelas primaria, secundaria y Jardín de Niños, con luz eléctrica y agua potable, con arquitectónica iglesia, con plaza pública y servicio de transporte de pasajeros. Aun cuando suceden hechos que distorsionan su imagen, San Rafael sigue siendo un pueblo alejado de las perversidades y las costumbres distorsionadas del medio urbano. Sus habitantes, los que se quedan porque muchos emigran a la ciudad, siguen conservando: el carácter huraño, hosco y desconfiado ante los extraños y entre sus virtudes, la honestidad, la prudencia y la sinceridad. Con el tiempo se perdió mi figura por dilución del núcleo de convivencia, pero para mí, son parte de mis dominios sentimentales, esta pequeña comunidad, el susurro del río, la sonata del cerro y la vida placiente de la rústica “casa del maestro”.