Navegando por internet, 11-03-2010, me encontré el blog Villa Juárez y sus Alrededores, el cual es suscrito por “Chaconete”, éste indudablemente tenía que ser de Villa Juárez, municipio de Santiago Ixcuintla, porque hacía referencia a algunas de sus comunidades vecinas. La verdad no me era familiar tal nombre o apodo, me imaginé que era alguien con apelativo Chacón y queriendo penetrar en el misterio, le hice algunos comentarios en su blog:
Comentario 1.
Los mejores y más significativos años de docencia elemental los viví en Villa Juárez, Nayarit, por lo que guardo inmenso cariño por todo lo que constituye ese rincón de la marisma a la vera del Santiago o Lerma. Me dan gusto sus inquietudes por blogear, comparto su opinión sobre twitter, me simpatiza su interés político sin pasiones y sobre todo si no llega a lo pusilánime y lo felicito por la bellísima panorámica que obtuvo a hurtadillas de Párroco Andrade del entorno de la iglesia. Hay mucho de lo bueno y destacado que comentar de su terruño, sobre todo de sus gentes, de esas que desde lo ignoto destacan por su sensibilidad cultural, científica, artística, etc., bríndeles su espacio y también proyéctelos.
Cuatro días después el misterio se desentrañó, cuando recibí una respuesta, “chaconete” era ni más ni menos Guillermo Ramos Chacón, el más pequeño de los alumnos de mi Quinto Querido, el segundo de los grupos que, de quinto a sexto tuve, en Villa Juárez y a partir de entonces inicié un diálogo que sin explicaciones se interrumpió, pero que espero se reanude.
Chaconete dijo: Estoy un poco en shock, porque no pensé que mi mejor maestro de primaria accediera a mi blog. "Profe" Figueroa, que gustazo leerlo por acá, tenía años que no sabía de usted. Me gustaría que me escribiera a mi correo para poder hacer algunos comentarios más directos.
La respuesta fue inmediata correspondiendo a la emoción de Guillermo.
Comentario 2
Sorpresa? la mía. Te agradezco el halago, lo considero inmerecido, porque solo hice lo de siempre: corresponder al cariño recibido con atenciones, responsabilidad y mística.Con gusto compartiré comentarios y a reserva de hacerlo directamente a través de nuestros emails, no crees que debamos darle proyección a tu blog, aumentaría proporcionalmente la emoción. (shock) que es compartida.
Chaconete, no es un pecado, compartir tu identidad en el cariño manifiesto en blog por tu terruño. Estaremos en contacto, por lo pronto te ubico entre mis favoritos. Me dio mucho gusto que “Memito niño bueno” fuera el autor del blog, de inmediato le contesté, invitándolo a que visitara los míos. A partir de ahí, se estableció un diálogo, del cual doy cuenta de lo que a mí me corresponde y me reservo lo de Memo Ramos Chacón por razones obvias. Tomo lo siguiente como una carta.
Guillermo Ramos Chacón:
Al escribirte lo siguiente sin dar motivo a duda, te hago saber que referirme a mi “reandar lo andado” y ya no se diga a mis “chicos y chicas”, es un gran placer. ¿De ninguna manera me incomoda DDD y disculpa que ignore su significado. Al cuarto para las doce, estoy reconciliado con todo y con todos, además preparado para lo que venga.Tienes razón, fuimos de los últimos docentes de la Escuela Rural Mexicana, después de nosotros, lo que tú ya conoces y lo peor de todo es que cada día será peor, peor y peor, pero no solo en educación, sino también en todo, aunque a mí no me convencen disculpas como: mal de muchos consuelo de tontos.
Sí, Manuel Cibrián es el PROFE PINO (con mayúsculas), gran docente y mejor mini escultor.Me disculpo por lo del Párroco Andrade, en realidad por sobre todo lo que se pueda decir, se impone lo superior. Algo queda de aquellos partidos de basquetbol entre "los ángeles y los chamucos". Buenos tiempos "Memito... niño bueno", por tus fotos, me doy cuenta que aun viven tus hermanos y hermanas ¡salúdamelos!
Coincido en el concepto que tienes del Profe Pino, es todo eso y mucho más, por ello, mantengo su amistad y lo frecuento cuando mi estima se encuentra por los suelos, él tiene el Don de motivarme. El otro día fui a buscarlo y lo encontré en la Casa de Galán, vaya sorpresa, porque en esta casa que es muy única para Villa Juárez, me encontré a Alberto Enrique y a su mamá, una verdadera emoción volverlos a ver después de 50 años o algo así. Alberto me atendió de maravilla y la autora de sus días fue cordialísima. Me sorprendió Alberto con sus aptitudes de artesanía que lo convierten en un gran escenógrafo y por si fuera poco, es un gran modisto a la altura de quienes vestían a María Antonieta. Su casa es una magnífica colección de fotos familiares, retablos, cerámica y manualidades maternas. El patio es un edén, plantas muy variadas, árboles diversos, entre los cuales, sobresalen dos palmeras de coquillo de las que extinguió El Kena, además, vi a Carlitos, el espécimen más hermoso y bien cuidado que conozca.
Repetí la visita para tomar unas fotografías y sentirme "como en casa".
Supe que estuviste en la playa e igualmente la Tete Rentería, también yo, estuve en la "ramada del Torruco", tuve la fortuna de saludarlo y comprobar que es un gran empresario y sobre todo, que sigue siendo el "muchacho inquieto, curioso, risueño y noble" que fue mi alumno antes que mi Quinto Querido. Igualmente conocí a la "familia torruca", la esposa a la altura de las mujeres que describo en mi Reandar lo Andado, la que con sus hijos y el Torruco, constituyen una bonita familia.
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