ejemplo de calidad humana y profesional.
+ 14hs. 10min. 20/05/2008
El 28 de Abril de 2008, supe que José Manuel Ramírez Salazar estaba internado en la Clínica del ISSSTE con carácter de grave, no me importó saber de qué, lo cierto es que unas horas después lo fui a visitar y al llegar, saludé a su esposa la Maestra Marí, ella me recibió con el afecto de siempre y con el gusto de recibir a quien sabe los quiere y además, puede proporcionar aliento al compañero que Dios le otorgó para que formara su hogar, procreara y formara a sus hijos, así como, compartiera su proyecto de vida y de servicio educativo a la sociedad. La imagen era patética como es común en las clínicas del sector salud; él, sin notable desfiguración física, pero, con aspecto sombrío y conmovedor; ella, esbelta como siempre, cansada, triste, dispuesta a no ceder en lo divinamente encomendado y a punto de llanto, Mari fue explícita sin pedírselo y me dio pormenores de la agobiante situación.
El amigo Manuel:
· Fue un brillante alumno en lo deportivo y en el estudio, además muy apreciado por sus amigos y condiscípulos, dada su sencillez y su disposición a ofrecer siempre lo mejor de su sentimiento.
· Fue miembro destacado de la III generación de egresados de la Licenciatura en Educación de la Normal Experimental de Ciudad Guzmán, además,
· Completó su formación profesional de educación media y normal en la Especialidad de Matemáticas y el Posgrado en Pedagogía de la Escuela Normal Superior de Nayarit.
· Ultimó su preparación siendo un reiterativo participante en Foros Pedagógicos Nacionales.
A petición de Mari me coloqué al lado derecho del camastro y muy cerca del oído izquierdo, ella le susurró: ¡Manuel, aquí está Enrique!, no hubo reacción e insistió: ¡Manuel es Enrique Figueroa Romero! y sus ojos se entreabrieron ladeando su cabeza cuando tomé entre mis manos la suya, al hablarle esbozó una sonrisa y me miró con anhelo, no pudo emitir voz pero fue notable su deseo de hacerlo, su silencio era casi total, pero cuando le hablé, su sonrisa fue de aprobación, no era el momento para sugerirle conductas ilusas, ni tampoco para hablarle simplezas, recuerdo que le manifesté mi deseo de que se iba a poner bien y que me iba a apoyar en un nuevo proyecto que realizaríamos los dos, no hubo más, luego, muy al oído le dijo a su esposa que quería descansar. Tres días lo visité, luego sin comunicárselo a Mari decidí no obstruir la intimidad que la familia le pudiera dispensar, pero lo hice convencido de que el estado de Manuel era de pronóstico reservado.
El compañero Manuel:
· Fue de manera sobresaliente, amigo, compañero y maestro de muchos profesores de Nayarit y del noroeste del país, que se formaron en dichas escuelas de educación normalista básica y superior y simultáneamente, se le reconocen sus indiscutibles méritos de asesor pedagógico en la actualización profesional del magisterio de las entidades de Nayarit, Baja California, Sonora y Sinaloa.
· Con Manuel participé en la competencia deportiva y la actividad pedestre, fuimos compañeros en la especialidad de matemáticas y la maestría, y siendo Director de la ENSN, compartí la responsabilidad al nombrarlo Coordinador de Posgrado, puesto que desempeñó con lealtad e institucionalidad, además, en la Unidad 181 de la Universidad Pedagógica Nacional con el máximo cargo, me proporcionó su apoyo realizando un proyecto magistral sobre Investigación Educativa.
Posteriormente me enteré de su cambio a otro nosocomio, con deseo auténtico para el amigo, imaginé que su cambio era debido a una sensible mejoría, luego, su esposa me comentó que lo habían hecho para aplicarle un tratamiento alternativo, el cual, no surtió ningún efecto, porque, el 20 de Mayo dejó de existir, no se a que hora, pero a las dos horas con diez minutos a la hora que tomaba mis alimentos de mediodía sonó la alarma del celular, al abrirlo me di cuenta que era el teléfono de Manuel, pero la que hablaba era su esposa y al clásico ¿Qué pasó Mari?, me contestó: Es Manuel Maestro Enrique, ya no quiso estar con nosotros y ahora está con Dios. Le manifesté que lo sentía y que estaría acompañándolos a la mayor brevedad, la noticia surtió su efecto de inmediato y la verdad comprendí, lo que verderamente apreciaba al compañero y amigo que hice en la prosperidad y aprobé en la adversidad.
Lo inevitable:
· Después de estar postrado por incurable padecimiento, J. Manuel Ramírez Salazar, dejó de existir el 20 de Mayo de 2008, en el Sanatorio Guadalupe, de la ciudad de Tepic, por lo que le deseo a su esposa, hijos y familiares una pronta recuperación por tan irreparable pérdida.
· Su deceso es una gran pérdida para la educación nayarita que solo los necios y los incompetentes pueden ignorar. En nuestro estado no hay estudioso normalista o universitario que se le compare, se “pasó la vida aprendiendo mientras enseñaba”.
Como le prometí a Mari, salí de la covacha raposera y por la noche le presenté mis respetos y estuve en el velatorio entre todos los amigos de Manuel que eran muchos y saludé a algunos que nos eran comunes: Polo Martínez, Toño Loera, Chava García, Licho Rodríguez, Andrés Flores, Efraín Moreno y otros que escapan a mi memoria. Me retiré lamentado no poder asistir a los demás oficios mortuorios que se realizarían un día después en Compostela, lugar de origen de sus anhelos y de realización de sus designios etéreos.
El Maestro Manuel y la ENSN.
· En la Escuela Normal Superior de Nayarit, alcanzó su máximo esplendor como investigador educativo, como analista pedagógico y como socializador de sus indagaciones.
· Sus propuestas educativas se plantearon en las cátedras impartidas en la ENSN y en sus variados proyectos para perfeccionar el quehacer docente.
· Deja a sus familiares la Biblioteca particular más completa en la Ciencia de la Educación, la Psicopedagogía y la Tecnología Educativa.
· Fue Coordinador del Posgrado en Pedagogía en la ENSN donde se ganó el afecto y el reconocimiento de la comunidad normalista por su entusiasmo, por su didáctica tan sui géneris, por su amplia preparación, por su nobleza y por su convicción de que la educación de calidad se alcanza con moral, con organización, con método y con profesionalismo.
Manuel, “hasta reandar lo andado”.
Mtro. Enrique Figueroa Romero.
1 comentario:
Maestro Enrique:
El Maestro Manuel Ramírez, un gran ejemplo en el magisterio nayarita. Fue mi Profesor en la Maestría en Pedagogía, dejando grandes enseñanzas en mí. Su gran profesionalismo y entrega en su trabajo es algo que está haciendo falta actualmente, donde prevalecen más los intereses políticos y económicos, en vez de mejorar bla situacion educativa de nuestro estado.
Un saludo y felicitaciones de su amigo y excompañero Jorge.
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