Carta a un ex alumno 2
Memo: no quiero desaprovechar la oportunidad que nos brinda "gratuitamente" este medio para expresarte por segunda ocasión haciendolas públicas, algunas cuestiones nimias y personales y otras que no debe pasar desapercibidas por lo notable que son para los villajuarenses.
También anduvo por Los Corchos el Padre Andrade, el cual, hizo remembranza de aquellos bonitos tiempos en los que nos confrontamos, con la gran vocación que nos caracterizaba al bien amado Sacerdote y a lo último que quedaba de la histórica Escuela Rural Mexicana. Memito, en el fondo nos apreciábamos, pero el celo que motiva a quienes destacan, nos hacía apasionarnos en los juegos de basquetbol entre "ángeles y chamucos". Si lo ves... salúdamelo. Claro, yo por mi parte te saludaré a mis queridos compadres, Rodrigo y Susana y también lo haré, no de muy buena gana, con el "malquerido Faustino", modelo óptimo de responsabilidad profesional hasta que se hizo comerciante.
Gracias por definir mi estilo, algunos amigos lo habían intentado con ditirambos y hasta con sarcasmo, tú sin embargo lo haces como de aquí para adelante lo definiré: simple, emotivo e interesante. No conozco tu vida actual, pero con menos modorra, aseguro que tu producción aumentaría. También me gusta lo que me envías y como lo redactas… “Memito niño bueno” ¡tienes que prodigarte!
Gracias por definir mi estilo, algunos amigos lo habían intentado con ditirambos y hasta con sarcasmo, tú sin embargo lo haces como de aquí para adelante lo definiré: simple, emotivo e interesante. No conozco tu vida actual, pero con menos modorra, aseguro que tu producción aumentaría. También me gusta lo que me envías y como lo redactas… “Memito niño bueno” ¡tienes que prodigarte!
Me comentas del “gran festejo” que le harán próximamente al Padre Andrade y claro que se lo merece y con creces. 50 años se dicen pronto, pero son una eternidad y espero que el padrecito dure otro tanto más. Solo gentes de la madera de él, duran tantos años ligado a una comunidad como Villa Juárez, Nayarit y a feligreses tan especiales como son los costeños. Estos y no son los únicos, esperan que les caiga todo del cielo y regatean los rezos y las limosnas, como siempre, todo lo dejan a las mujeres que son las que se encargan de rezar y pedir, por los hijos, por las cosechas, por las lluvias y por “el viejo”.
Cuando llegué a Villa Juárez hace 50 años, el Padre Andrade ya estaba en tu pueblo haciendo todo lo posible por edificar su iglesia, que tan solo eran unos bardones de ladrillo doble y con techo de palapa, cuando regresé a los años había logrado su propósito. No solamente estaba dedicado a Villa Juárez, sino que oficiaba en muchas iglesias del municipio de Santiago Ixcuintla, entre ellas la de Talpita, en la Colonia Cuauhtémoc. Su seriedad, su entrega, su vocación, su responsabilidad y mucho más, le ganaron la admiración y el gran reconocimiento que no solo tu “chaconete” le tienes, junto contigo muchísimos más y claro, ha trascendido allende el “rio Santiago”.
El Padre Andrade se encuentra en el arcón de mis recuerdos, con él y sus “ángeles” tuvimos muchas tardes deportivas, si mal no recuerdo nunca le ganaron a mis “chamucos”, pero todos nos divertíamos, en Villa Juárez nunca se había visto que asistieran a los juegos personas de todas Las edades, bueno haz de recordar, que hasta las señoras de Acción católica encabezadas por Doña Concha “La Boticaria, hacían acto de presencia para echarle porra al “padrecito”. El mérito del director que era mi Compadre Rodrigo Medina Salas, consistía en hacer que el sacerdote visitara la Caldera del Diablo: La Benemérita Primaria Manuel Güal Vidal y el mío, de meterles canastas por donde sea.
Sabes cuando empecé a reconciliarme con el Presbítero, cuando un día después de una gran tormenta, le pidió “amablemente” al gorrón del Profesor Faustino Castañeda Acosta que dejara su impecable cancha de basquetbol que como era de arcilla, no quería que quedaran marcados los dedos gordos con uñas de Satanás que le salían por los agujeros de los tenis. Ese día fue especial y desde entonces lo admiro, lo respeto y le reconozco sus grandes virtudes.
Que dure los años de Matusalén es lo menos que puedo desearle con todo respeto al Padrecito.
No te apene retardar la respuesta, al fin "genio y figura hasta la sepultura", sabes hacer las cosas y bien, pero te das el gusto del fijar los tiempos.