lunes, 26 de mayo de 2008

Maestro José Manuel Ramírez Salazar

Mtro. José Manuel Ramírez Salazar
Quien nos dejó como legado su actitud positiva ante la vida y su
ejemplo de calidad humana y profesional.
1948-2008. Compostela -Tepic.
+ 14hs. 10min. 20/05/2008

El 28 de Abril de 2008, supe que José Manuel Ramírez Salazar estaba internado en la Clínica del ISSSTE con carácter de grave, no me importó saber de qué, lo cierto es que unas horas después lo fui a visitar y al llegar, saludé a su esposa la Maestra Marí, ella me recibió con el afecto de siempre y con el gusto de recibir a quien sabe los quiere y además, puede proporcionar aliento al compañero que Dios le otorgó para que formara su hogar, procreara y formara a sus hijos, así como, compartiera su proyecto de vida y de servicio educativo a la sociedad. La imagen era patética como es común en las clínicas del sector salud; él, sin notable desfiguración física, pero, con aspecto sombrío y conmovedor; ella, esbelta como siempre, cansada, triste, dispuesta a no ceder en lo divinamente encomendado y a punto de llanto, Mari fue explícita sin pedírselo y me dio pormenores de la agobiante situación.

El amigo Manuel:

· Fue un brillante alumno en lo deportivo y en el estudio, además muy apreciado por sus amigos y condiscípulos, dada su sencillez y su disposición a ofrecer siempre lo mejor de su sentimiento.
· Fue miembro destacado de la III generación de egresados de la Licenciatura en Educación de la Normal Experimental de Ciudad Guzmán, además,
· Completó su formación profesional de educación media y normal en la Especialidad de Matemáticas y el Posgrado en Pedagogía de la Escuela Normal Superior de Nayarit.
· Ultimó su preparación siendo un reiterativo participante en Foros Pedagógicos Nacionales.

A petición de Mari me coloqué al lado derecho del camastro y muy cerca del oído izquierdo, ella le susurró: ¡Manuel, aquí está Enrique!, no hubo reacción e insistió: ¡Manuel es Enrique Figueroa Romero! y sus ojos se entreabrieron ladeando su cabeza cuando tomé entre mis manos la suya, al hablarle esbozó una sonrisa y me miró con anhelo, no pudo emitir voz pero fue notable su deseo de hacerlo, su silencio era casi total, pero cuando le hablé, su sonrisa fue de aprobación, no era el momento para sugerirle conductas ilusas, ni tampoco para hablarle simplezas, recuerdo que le manifesté mi deseo de que se iba a poner bien y que me iba a apoyar en un nuevo proyecto que realizaríamos los dos, no hubo más, luego, muy al oído le dijo a su esposa que quería descansar. Tres días lo visité, luego sin comunicárselo a Mari decidí no obstruir la intimidad que la familia le pudiera dispensar, pero lo hice convencido de que el estado de Manuel era de pronóstico reservado.

El compañero Manuel:

· Fue de manera sobresaliente, amigo, compañero y maestro de muchos profesores de Nayarit y del noroeste del país, que se formaron en dichas escuelas de educación normalista básica y superior y simultáneamente, se le reconocen sus indiscutibles méritos de asesor pedagógico en la actualización profesional del magisterio de las entidades de Nayarit, Baja California, Sonora y Sinaloa.
· Con Manuel participé en la competencia deportiva y la actividad pedestre, fuimos compañeros en la especialidad de matemáticas y la maestría, y siendo Director de la ENSN, compartí la responsabilidad al nombrarlo Coordinador de Posgrado, puesto que desempeñó con lealtad e institucionalidad, además, en la Unidad 181 de la Universidad Pedagógica Nacional con el máximo cargo, me proporcionó su apoyo realizando un proyecto magistral sobre Investigación Educativa.

Posteriormente me enteré de su cambio a otro nosocomio, con deseo auténtico para el amigo, imaginé que su cambio era debido a una sensible mejoría, luego, su esposa me comentó que lo habían hecho para aplicarle un tratamiento alternativo, el cual, no surtió ningún efecto, porque, el 20 de Mayo dejó de existir, no se a que hora, pero a las dos horas con diez minutos a la hora que tomaba mis alimentos de mediodía sonó la alarma del celular, al abrirlo me di cuenta que era el teléfono de Manuel, pero la que hablaba era su esposa y al clásico ¿Qué pasó Mari?, me contestó: Es Manuel Maestro Enrique, ya no quiso estar con nosotros y ahora está con Dios. Le manifesté que lo sentía y que estaría acompañándolos a la mayor brevedad, la noticia surtió su efecto de inmediato y la verdad comprendí, lo que verderamente apreciaba al compañero y amigo que hice en la prosperidad y aprobé en la adversidad.

Lo inevitable:

· Después de estar postrado por incurable padecimiento, J. Manuel Ramírez Salazar, dejó de existir el 20 de Mayo de 2008, en el Sanatorio Guadalupe, de la ciudad de Tepic, por lo que le deseo a su esposa, hijos y familiares una pronta recuperación por tan irreparable pérdida.
· Su deceso es una gran pérdida para la educación nayarita que solo los necios y los incompetentes pueden ignorar. En nuestro estado no hay estudioso normalista o universitario que se le compare, se “pasó la vida aprendiendo mientras enseñaba”.

Como le prometí a Mari, salí de la covacha raposera y por la noche le presenté mis respetos y estuve en el velatorio entre todos los amigos de Manuel que eran muchos y saludé a algunos que nos eran comunes: Polo Martínez, Toño Loera, Chava García, Licho Rodríguez, Andrés Flores, Efraín Moreno y otros que escapan a mi memoria. Me retiré lamentado no poder asistir a los demás oficios mortuorios que se realizarían un día después en Compostela, lugar de origen de sus anhelos y de realización de sus designios etéreos.

El Maestro Manuel y la ENSN.

· En la Escuela Normal Superior de Nayarit, alcanzó su máximo esplendor como investigador educativo, como analista pedagógico y como socializador de sus indagaciones.
· Sus propuestas educativas se plantearon en las cátedras impartidas en la ENSN y en sus variados proyectos para perfeccionar el quehacer docente.
· Deja a sus familiares la Biblioteca particular más completa en la Ciencia de la Educación, la Psicopedagogía y la Tecnología Educativa.
· Fue Coordinador del Posgrado en Pedagogía en la ENSN donde se ganó el afecto y el reconocimiento de la comunidad normalista por su entusiasmo, por su didáctica tan sui géneris, por su amplia preparación, por su nobleza y por su convicción de que la educación de calidad se alcanza con moral, con organización, con método y con profesionalismo.


Manuel, “hasta reandar lo andado”.
Mtro. Enrique Figueroa Romero.

jueves, 1 de mayo de 2008

VILLA JUAREZ, NAYARIT 3


Primaria Rural Federal, “Lic. Manuel Gual Vidal”.

Construida durante el gobierno federal de Miguel Alemán, el Secretario de Educación Manuel Gual Vidal, mandó construir escuelas primarias que estuvieran acordes al boato que se manifestó durante ese régimen. En Nayarit hubo buen número de esas instituciones, eran escuelas muy bien acabadas y completas, con teatro escolar al aire libre y con camerinos, además, sus techos sobrepuestos en un cielo de maderas de cedro, a la de El Pozole hoy Villa Juárez, le pusieron su nombre. En el temporal de lluvias y sin nada que contuviera las aguas del Río Santiago, cada año hasta tres o cuatro veces su caudal se desbordaba y la Escuela Gual Vidal era el albergue natural de toda la vecindad como único punto a salvo de las inundaciones, de julio a agosto era una romería, de la cual, en muchas ocasiones participé de ellas, junto mi Compadre Rodrigo, por el gusto de convivir con los amigos en la “fiesta anual” con la que el Río Grande los consagraba. Para las gentes de Villa Juárez el río nunca los desgració, por el contrario, aun cuando se tuvieran que rehacer cada año, era: cuando mejor comían, cuando más descansaban, cuando más convivían con la familia y más felices se mostraban.


Cuando me adscribieron a ella como Director comisionado y Profesor de grupo, era una escuela de organización completa con grupos paralelos hasta 4º. Grado, en sus aulas, ejercieron su apostolado profesores que dejaron huella pedagógica como, Miguel Palafox, Federico González Gallo, Salvador Palacios, Salvador Langarica Cabrera, Luis Valera, Pablo Zamorano, Rodrigo Medina Salas, Susana Alva RodrÍguez y muchos más como, Doña Angelita, Teresa Bernal, El Pino y otros que con menos relevancia todavía les evocan sus discípulos aun con vida. Los docentes de esta escuela la hicieron de concentración, muchos papás de otras comunidades querían que sus hijos ingresaran a ella, ya que tenía fama de tener buenos profesores y no estaban equivocados, de ella, ya habían egresado profesionistas de escuelas superiores de México, Guadalajara y Tepic. La escuela mantuvo su prestigio en tanto los profesores permanecían en la comunidad de lunes a viernes, cuando empezaron a argumentar necesidades familiares o personales para salir “correteados” a sus lugares de origen, la escuela decayó y como en todas partes, hasta la fecha los padres de familia extrañan los tiempos de “cuando los “profes eran parte de la comunidad y compartían con ellos sus vicisitudes”.


El alumnado era insuperable, dentro de la edad escolar y con una gran afición para el deporte y el estudio, destacaban por su rebeldía congénita y colaboraban refunfuñando a veces en las actividades generales de la escuela. Los chavos y las chavas se significaban por una inteligencia que los destacaba sobre el alumnado de otras comunidades, solo los de Cañada del Tabaco estaban a su altura, claro había de todos, pero la curva se sesgaba hacia las alturas. Entre la mayoría de los alumnos, había el interés común de formarse hasta donde se pudiera, sentimiento fomentado más por sus mamás que por sus papás, ya que éstos a regañadientes por que se les quitaban brazos de trabajo, delegaban en sus esposas el derecho de decidir sobre la educación de sus hijos y como decían ellas, “profe, que no quede por nosotros, nada más le encargo la cabeza” y ellas, eran sustento de la formación de sus hijos, viendo tal ejemplo, los profesores de Villa Juárez se excedían en esfuerzos y los alumnos correspondían. En ese tiempo, pusimos en práctica el docente cíclico, tomaba los alumnos en 5º. Y los egresaba en 6º., nos dio buen resultado, a tal grado que en los concursos de conocimientos de zona que había con premio una ida a México, durante cinco periodos escolares continuos nuestros alumnos resultaron ganadores., dos fueron míos, dos de Faustino Castañeda y uno de mi compadrísimo Rodrigo Medina Salas.


Secundaria por cooperación “Elías Reyes”

Los padres de familia que se preocupaban por la educación de sus hijos, escogieron para su escuela secundaria el nombre de uno de los fundadores del Ejido de El Pozole, después La Trozada y hoy Villa Juárez, en contra de la opinión exacerbada del párroco y de los más ignorantes de la comunidad que concebían la educación una actividad de perversos apóstatas, para ello, ponían de ejemplo al Profe Faustino Castañeda que adornaba sus carros alegóricos en las fiestas del “20 de Noviembre” con lemas de protesta religiosa. Los profesores de la Escuela Primaria “Manuel Gual Vidal” encabezados por el Director Pablo Zamorano, recogieron las inquietudes de los padres de familia, las organizaron, gestionaron su registro, buscaron la planta de catedráticos y salieron casa por casa a convencer a los recién egresados de la primaria y a los rezagados a que se inscribieran. A puro valor y con puras promesas de pago, la hicieron funcionar con 40 alumnos que iban de los 12 a los 20 años. Los ataques fueron muchos y mucho más la inconsistencia en los pagos, sin embargo se mantuvo con mucha ética profesional y mucha más responsabilidad.


Albergada en el edificio de la Gual Vidal, sus iniciadores intentaron construir un edificio propio y mantenerla en servicio, pero la fundación de una secundaria técnica con sostenimiento oficial ocasionó su desaparición. Las escuelas secundarias por cooperación fueron las canalizadoras de la inquietudes de superación de los profesores de educación básica y los laboratorios de experimentación de los alumnos que ingresaban a la Benemérita Escuela Normal Superior de Nayarit y al mismo tiempo, son el parteaguas, entre la escuela mística “donde estaba siempre y dispuesto al trabajo el maestro, el profesor rural, humilde, pero siempre digno, siempre respetado y apreciado por la gente” y la actual escuela mítica que no se justifica con los resultados obtenidos y con una imagen de maestro cada vez más devaluada. Las escuelas secundarias por cooperación que a semejanza de la Escuela Secundaria No. 1 de Santiago Ixcuintla, fueron la plataforma del desarrollo económico, social y cultural, no solamente del municipio, sino de todo el noroeste del país, zona de influencia de la ENSN.

Para muestra una cereza del pastel: Arnulfo, hijo mayor de una familia rural sin patrimonio ejidal y de la más absoluta pobreza, ingreso a la Secundaria “ Elías Reyes” por convencimiento de los profesores que la fundaron, los cuales, doblegaron la resistencia del papá y de Arnulfo, porque la familia tenía necesidad de su trabajo para la formación de sus numerosos hermanos. Al que le decían “Penano” por su semblante demacrado y lastimero, se le dieron todas las facilidades para que se inscribiera y al mismo tiempo lo que ganaba en los medios tiempos de trabajo en el campo, le sirviera para sus gastos personales y la ayuda familiar. Por sus buenos resultados académicos y su buen compañerismo se supo ganar el aprecio unánime de condiscípulos y profesores, los cuales, al egresar la primera generación alentaron a Arnulfo a que continuara estudiando, ni la desgracia, ni la pobreza y mucho menos el tener que salir a la capital lo podían detener, el decía: “mis maestros me enseñaron a luchar en contra de la adversidad y lo tengo que lograr”. Buscó trabajo y se convirtió en reconocidísimo técnico en autoelectricidad, con solvencia económica ingreso a la Universidad logrando licenciarse en una carrera que le permitió ocupar un cargo destacado en una dependencia federal y con su licenciatura se convirtió en destacado catedrático de la UAN, situación donde continua después de jubilarse en la burocracia.


En alguna ocasión, con lágrimas que afloraban, me lo comentó: “mis maestros y mis amigos, de mi querida Secundaria “Elías Reyes”, hicieron posible lo que parecía imposible, para ellos, con humildad mi gratitud eterna”.

VILLA JUAREZ, NAYARIT 2


Tierra bendecida por Dios.

1965-1977. De la serranía a la llanura costera, de El Venado a Villa Juárez, mi querido Profesor Cobos, el Inspector Escolar me rescató como él decía y me adscribió en el poblado que históricamente se llamó El Pozole, posteriormente La Trozada y por último Villa Juárez, municipio de Santiago Ixcuintla, Era una población de escasos 2000 habitantes, en la “actualidad todavía” y hasta que el mar no recupere sus playas, se encuentra a 10 metros sobre su nivel y es de las cinco localidades más grandes del municipio.


Villa Juárez es de los más beneficiados de la Reforma Agraria, pues es el ejido con mayor dotación de tierras. Ancestralmente “Bendecida por Dios”, esta comunidad se encuentra a orillas del Rio Santiago y cada año era bañado por sus desbordes, lo que hacía que sus tierras se desalitraran, se cubrieran de limo y se convirtieran en las más fértiles, buenas para todos los cultivos de temporal, sobre todo para el más sabroso chile ancho que se produce en el país. A partir de la construcción de la presa “Aguamilpa”, como que “Dios dejó de consentirlo”, porque al ya no haber inundaciones las tierras corren el riesgo de convertirse en páramos y las casas en polvorones, por acción del salitre, pero eso sí, todos los días de todos los años, los “trozadeños” entre chela y chela, un día si y otro también, son derrochadores cuando la parcela ha sido generosa y cuando el temporal ha estado en contra, con “deudas” se siguen dando la gran vida.


Como en la “viña del señor”, en Villa Juárez había de todo entre los pobladores: creyentes y no creyentes que iban a misa cuando había que gorrear y destacando entre ellos “el calcetín”; conservadores y liberales, entre éstos sobresaliendo Paco Sandoval, Neyo y Miguel Guzmán, que honraron la memoria de “Don Benito” y dieron protección a la Benemérita Escuela Secundaria por Cooperación “Elías Reyes”; abstemios y bebedores consuetudinarios que producían mínimo docena, los alumnos más inteligentes de las escuelas del lugar y que eran al mismo tiempo los mejores del municipio; campesinos malos y buenos para la agricultura, de éstos, el campesino Efrén Casillas que sabía más que cualquier agrónomo, los secretos del cultivo del chile ancho; hombres casados que solo sabían de una mujer y hombres casados con casa grande, casa pequeña y casa chica; retardatarios y progresistas que han velado por su terruño como Pepe Madrigal; símbolo de la fecundidad y de la vida, las mujeres Villajuareñas, por prolíficas eran dignas de ese elogio y con todos los atributos de la mujer mexicana, sufridas, abnegadas, protectoras de su hogar y esmeradas al máximo en la atención de su familia, impulsoras de la educación de sus hijos y pilar donde se apoyaba la educación de la comunidad. . . no había de otras.


En aquel entonces el pueblo era de lo más descuidado, el centro un laberinto, la iglesia unos bardones, el campo deportivo servía de majada, la Escuela Rural era lo menos descuidado, el Centro de Salud lo más decoroso, el Jardín de Niños funcionaba en un caserón improvisado, las calles en el “tiempo de secas” unos “terregales”, en “tiempo de aguas” eran lagunas y el panteón era un chapoteadero para vivos y muertos, de todo los servicios, lo mejor era el flamante Casino de la Bruja Roja. Actualmente se nota un avance notorio, calles empedradas, una flamante iglesia, un Jardín Ejidal bonito que luce dos monumentos de Don Benito Juárez, hay escuelas de educación media superior y superior y si “Justo” viviera diría, pero también hay más antros para darse gusto y placer. A lo único que no se le ha hecho justicia es a la cada día más descuidada Escuela Primaria “Manuel Gual Vidal”, esto lastima, porque esa institución ha sido crisol de muchísimos buenos profesionistas en las comunidades del extremo de la margen derecha del Río Santiago.

VILLA JUAREZ, NAYARIT 1

Villa Juárez, Nayarit.

Rodrigo Medina Salas.



En el magisterio hay amigos, compañeros y detractores, un maestro no es monedita de oro, pero aprende a convivir hasta con los enemigos gratuitos, en el trayecto de la carrera, se mantienen o se despegan muchos de los compañeros con los que se convivió, pero lo más importante es que se conservan los que uno escoge para preservarlos en el arcón de los buenos recuerdos, pero entre éstos, siempre destacan algunos con quienes las ligas de amistad son tan firmes, que terminan en convertirse en lazos indisolubles de familiaridad. En lo personal, destaco la relación de Rodrigo Medina Salas y de Susana Alva Rodríguez con quienes establecí “una insuperable amistad” que sellé con el compadrazgo y lo hicimos, hasta que mi compadre y yo estuvimos convencidos de respetarnos, aunque nos la refrescáramos de mentiritas.



A mi comadre Susana la conozco desde que fuimos condiscípulos en la Escuela Secundaria No. 1 de Santiago Ixcuintla y se casó con mi compadre sin mucha dificultad, conservando el matrimonio porque ella nunca perdió “el control” de mi compadre y éste, se sacó con ella la lotería. A mi compadre Rodrigo lo empecé a tratar cuando coincidimos como profesores de nuevo ingreso en la Zona Escolar de El Nayar, yo en San Juan Peyotán y él, en Huaynamota, el “fondillo del diablo” hasta antes de que construyeran la Presa de Aguamilpa. Tuvieron cuatro hijos, el cuarto lo fue mi super ahijado Rafael “El Chato”, con un ochenta por ciento de Alva y el resto de Medina y con algunas virtudes características como, alto, moreno, comunicativo, confiable, estudioso, natural y responsable, mi ahijado heredó la inteligencia y el gusto por las matemáticas de mi comadre y la sabiduría y lo estudioso de mi compadre, actualmente realiza investigación sobre la matemática educativa, que por lo pronto, no quiere compartir ni con su padrino querido al que respeta en el campo de las matemáticas.



Mi compadre es por nacimiento “gardenión”, en Acaponeta hizo su Educación Básica y en la histórica Escuela Normal de Jalisco egresó como Profesor de Escuela Primaria, posteriormente, obtuvo título de Profesor de Segunda Enseñanza en la Especialidad de Biología. Como no era hijo del privilegio y además, era un profesor normalista con la ética suficiente, se inició, entre los indígenas de El Nayar, de los cuales intentó aprender su dialecto, pero cuando los coritas le empezaron a jugar bromas con su traducción se dejó de ello, luego, trabajó en el municipio de Santiago Ixcuintla, en las Escuelas Primarias Federales de Villa Juárez y Amapa y en la Escuela Secundaria por Cooperación “Elias Reyes”, se jubiló siendo el mejor Profesor de Biología en el Centro de Actualización del Magisterio y también, en la Escuela Preparatoria No. 1 de la UAN. Como biólogo pocos como él, su dominio de la materia es amplio y de gran profundidad el conocimiento y la metodología. Su didáctica en educación básica era la utilizada en esos tiempos de sus primicias, “la letra con sangre entra” y como no había otro profesor al que quisieran y le confiaran tanto los padres de familia, cuando los chavos lo sacaban de quicio la utilizaba, hasta que un día, “La Terror” de la escuela, se le parapetó y le dijo iracunda: “no Rodriguito a mí no”, pero fue tanta su vehemencia, que por temor a Gricelda, hasta ese día la vara didáctica dejó de ser solución pedagógica.



Los años de la relación con mi compadre, los más profundos y significativos fueron los vividos en Villa Juárez, en ese lugar “bendecido por Dios” como mi compadre o yo lo vemos o como Faustino lo prefiere “dejado de la mano de Dios, conjugamos ideales políticos y educativos, compartimos las mismas amistades y los reconocimientos de éstas, zanjamos las diferencias al “águila o sello” y el resultado se respetaba, coincidíamos en las tareas educativas, nos defendíamos como uno solo en la defensa de nuestros intereses educativos y personales, manteníamos las mismas amistades comunales y los afectos con los mismos alumnos, juntos nos esforzábamos porque nuestras escuelas y sus pupilos fueran los mejores, nunca vimos con celo los éxitos del otro, en suma para mí, “mi compadre es el amigo poco común que cada uno de nosotros tiene”.



Desde que nos conocimos a la fecha la relación con mi compadre se ha mantenido sin altibajos, no obstante que quienes nos conocen y tratan, se empeñaban en ensombrecerla, como el venenoso de Roberto, pero también hubo quién trato de resaltarla como Fortunato Córdoba, pero ahí va avante... compadre. Actualmente, nos vemos esporádicamente, pero cuando lo encuentro e intercambiamos las formalidades de la amistad, mis sentimientos para El Compadre Rodrigo, son los que daría al hermano mayor que deseo estuviera conmigo en este “valle de plenitud y gozo”, el que será reandado cuando tengamos la oportunidad de reencontrarnos.